jueves, 27 de diciembre de 2012

Shain A.


Shain A. aparece en la foto abrazando 
a su esposa en Skopje en 1946
© Zwangsarbeit 1939-1945 Erinnerungen 
und Geschichte

Shain A. nació en la ciudad de Skopje (antigua Yugoslavia) en 1928 en el seno de una familia Romá de Macedonia. Shain era el menor de dos hermanos. Vivían en condiciones muy precarias, su padre Ramiz trabajaba como limpiabotas y su madre Ferida se dedicaba a las tareas propias del hogar.

Creció rodeado de dificultades, ya que muy pequeñito se quedó huérfano, su madre murió con tan solo 24 años de edad, cuando nuestro Shain no era nada más que un bebé, ahí no acaba su desgracia, también murió su padre, cuando Shain contaba 6 años. Éste suceso lo llevo a vivir con su abuela y su tía.

En 1934 es matriculado en la escuela, a él le gustaba asistir al colegio. Como venía de una familia muy pobre, durante el tiempo que duró su escolarización le entregaron libros, ropa y comida de forma gratuita. Shain guarda gratos recuerdos de esta época, sobre todo de su maestro, persona que tenía el deseo de conseguirlo en adopción.

En 1938, después de cuatro años, finaliza su etapa educativa. Tiempo después acudiría a la Escuela de Oficios, pero debido a la grave situación financiera de la familia, se ve obligado a abandonarla.

Shain aprendió desde muy pronto a ganarse la vida por si mismo como buenamente pudo, de este modo se vio obligado por las circunstancias, a ponerse a trabajar siendo aún un niño, aprendió el oficio de cerrajero, también trabajó como limpiabotas y como vendedor de periódicos junto a su hermano mayor.

Corría el año 1941 cuando el 6 de abril las tropas del Eje iniciaron la invasión de Yugoslavia, en pocos días el país yugoslavo cayó en poder del ejército alemán. Macedonia fue uno de los países que más sufrieron durante la Segunda Guerra Mundial tras ser invadida por las tropas nazis. Con la excepción del puerto de Salónica, toda Macedonia, tanto la parte perteneciente a Grecia como la que estaba englobada en Yugoslavia, quedó bajo la ocupación búlgara.
Mapa de la Macedonia ocupada durante la II Guerra Mundial
© Makedonija

Shain contaba 13 años de edad en 1941, cuando fue arrestado por soldados búlgaros en la Estación central de Skopje, mientras esperaba la llegada del tren correo que traía los periódicos de Belgrado. Junto con dos de sus amigos fue obligado a trabajar como mano de obra esclava en las minas de Raduša, cerca de Skopje. Al principio trabajó en el pozo de la mina y luego como ayudante del ingeniero. En Raduša sufrió un grave accidente de trabajo en su pierna izquierda que casi le cuesta la vida. Pero gracias a este hecho fatal se le permite regresar a su casa, corría el año 1943

Sobrevivió al Porrajmos y poco después de finalizada la contienda mundial se casó con Dzevaira, concretamente en 1945, junto a ella ha formado una familia, a lo largo de su vida han tenido cinco hijos, tres niños y dos niñas.

En 1945 solicitó un permiso al Estado para trabajar como limpiabotas, pero se lo deniegan, el razonamiento de la administración fue que Shain estaba bien físicamente, no tuvieron en cuenta el grave accidente que sufrió en la mina durante la ocupación, ni el estado de su pierna.

En 1948, tras el nacimiento de su primer hijo, se traslada a Subotica y allí trabaja como contratista y limpiabotas. En ese año lo llaman a filas para realizar el servicio militar.

A partir de 1949 y hasta su jubilación a finales de la década de 1980 trabajó en el servicio de correos en el sector público.


Shain y su familia viven en una casa para 8 personas en un asentamiento Romaní (Suto Orizari) cerca de Skopje. Su modesta pensión es el único sustento con el que cuenta toda su familia para vivir.
Shain A. en el momento en que es entrevistado.
© Zwangsarbeit 1939-1945 Erinnerungen und Geschichte

Fuentes:
- Entrevista a Shain A. realizada por Orhan Demirovski con la trnscripción de Tereza Taleska.
- Gitanos bajo la cruz gamada. Donald Kenrick y Grattan Puxon. Editorial Presencia Gitana. Colección Interface. Madrid. 1997. Página 91.

Mi agradecimiento y felicitación a Orhan Demorovski y Tereza Taleska por su excepcional trabajo.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Alfreda Markowska



Alfreda Markowska

© Fundacja Prom

Alfreda Markowska, a la que todos sus vecinos conocen por su nombre en romanés, Noncią, nació el 10 de mayo de 1926 cerca de la ciudad de Stanisławów (Polonia), en el interior del carromato en el que su familia viajaba por toda la zona oriental de Polonia.

Sus padres se llamaban Jan y Adela (nacida Chojnacka) eran polacos y católicos. Su progenitor se dedicaba a la cría de caballos y al comercio, su madre se ocupaba de criar a sus hijos.

El estallido de la Segunda Guerra Mundial, a primeros de septiembre de 1939, los sorprendió en la ciudad de Lvov, en el sureste de Polonia. Alemania y la Unión Soviética, tras la firma el 23 de agosto de 1939 del Pacto de no agresión, sellado de forma secreta entre sus ministros de Asuntos Exteriores y que ha pasado a la Historia como el Pacto Ribbentrop-Molotov, decidieron el reparto de Polonia entre ambos países. Este acuerdo significaba que pronto comenzaría la que con posterioridad los libros de Historia recogerán como II Guerra Mundial. El 1 de septiembre de 1939 la Wehrmacht invade Polonia. El 22 de septiembre las tropas soviéticas en virtud del acuerdo secreto con los nazis entran en la ciudad de Lvov. La familia de Alfreda huye del Ejército Rojo y cruza a las zonas en poder de los alemanes.


Viajan por la Polonia ocupada por los nazis, haciendo camino, el largo camino de siglos que llevan recorriendo los Gitanos por la vieja Europa, en su carromato de ruedas grandes, con su bravos caballos tirando de los viejos carretones y en cada cruce de veredas deteniéndose para colocar el patteran, las pequeñas ramas torcidas a la manera Gitana que indican la ruta correcta. La familia se mueve acompañada por el temor, el miedo a que los alemanes los detengan, han oído historias, tristes evocaciones de lo que ya les ha ocurrido a otros Romaníes.



Plaza del Mercado del martes en Rozwadów, 1939

© Yad Vashem



En 1941 aquello que tanto temían, por desgracia ocurrió. La familia se encontraba en un bosque cercano a Biała Podlaska, ciudad situada al Este de Polonia. Los alemanes llegaron, nadie se percató de su llegada, detuvieron a todo el grupo de Alfreda, ella, contaba quince años y gracias al destino consiguió escapar en mitad del caos, todo sucedió tan deprisa en aquel oscuro bosque polaco. Alfreda estaba asustada pero viva, aunque ella no lo sabía en ese momento, su familia no lo consiguió, los alemanes los asesinaron a todos: sus padres, sus hermanos y al resto de su extensa familia, un total de entre 65 y 85 personas, los mataron en mitad de la espesura del bosque, los nazis los habían condenado por haber nacido Gitanos, los enterraron en una fosa común, olvidados de todos y por todos. Por desgracia, como ha ocurrido con el Porrajmos, el genocidio de los Gitanos durante la II Guerra Mundial, los libros de Historia poco o nada han contado de esta terrible matanza. Silencio, siempre el maldito silencio para con el sufrimiento del bendito pueblo Gitano.

Durante varios días Alfreda los buscó y buscó, desesperada, atemorizada, con el hondo dolor de no saber que les había ocurrido a aquellos a quienes tanto amaba, sola y en su soledad el miedo de que los alemanes la encontraran. Recorrió cada palmo de los bosques que circundan Biała Podlaska y Międzyrzeca (ciudades situadas a unos 28 km. de distancia) preguntando a cada paso que daba por si alguien sabía algo del grupo de Romaníes al que los nazis habían detenido. Preguntó a los lugareños, tocaba las puertas de las casas de los alrededores y preguntaba, y preguntaba, sin hallar respuesta. Alfreda decidió que lo mejor que podía hacer era huir del lugar, esconderse.


Escapó de allí, viajó como pudo, en tren, a pie… en busca de sus seres queridos, deseaba que al igual que ella hubieran logrado escapar. El camino la llevó a Rozwadow, donde a la edad de dieciséis años se casó y en ese lugar se instaló.


Mapa de Rozwadów en aquella época

©  Joseph Taler


Pero escapar de la bota nazi resultaba prácticamente una misión imposible. Después de pasado algún tiempo arrestaron a Alfreda en una redada en Stanislawow, por primera vez fue detenida junto a su marido, la acción la llevaron a cabo nazis ucranianos, éstos los entregaron a los alemanes y de este modo fue como ambos siguieron los pasos de miles de Romaníes durante el Porrajmos, en primer lugar los condujeron al gueto de Lublin, posteriormente fueron reubicados en los guetos de Lodz y Belzec.


Mujeres Romaníes en una calle del gueto de Lublin.

© Yad Vashem


Sección Gitana en el Gueto de Lodz
© Yad Vashem

De Belzec se las ingeniaron para huir. Regresaron a Rozwadow y allí pasaron la guerra realizando trabajos forzados en los ferrocarriles.

El régimen de trabajo era relativamente más “suave” que en los campos donde había prisioneros Gitanos, Judíos… y además los Romaníes que allí se encontraban disponían de algo de libertad y lo más importante poseían documentos que acreditaban que trabajaban para el Reich alemán. De este modo Alfreda Markowska comenzó a asumir cada vez más riesgos, empezó a hacer viajes en busca de sobrevivientes Gitanos, se había decidido a salvar del exterminio a cuántos pudiera, fuesen Gitanos, Judíos… Nuestra heroína rompió con cualquier atisbo de miedo que la asaltara, se armó de valor y no miró hacia otro lado, plantó cara, no permaneció de brazos cruzados, así salvó a muchos niños y niñas que debido al valor y heroísmo de Alfreda consiguieron sobrevivir al infierno de la guerra, a los pogromos y a las masacres. Alfreda se marchaba, a nadie decía donde iba y cuando volvía nunca regresaba sola, siempre regresaba acompañada de algún niño o niña Judío, Gitano… que confiaban en aquella mujer Gitana como en su ángel de la guarda, Alfreda los escondía en Rozwadów.

Nuestra heroína actuaba del siguiente modo: El documento de trabajo, mencionado con anterioridad, certificaba que Alfreda era una trabajadora esencial para el Tercer Reich, esta tarjeta la protegía contra las continuas redadas que organizaban los alemanes para detener a los considerados por éstos como enemigos del Reich. Alfreda conseguía enterarse de los lugares en los que los nazis iban a realizar o habían realizado un pogromo, una ejecución en masa de Judíos, con suma frecuencia en el grupo de condenados al exterminio también entraban los Gitanos del lugar – cuando la zona quedaba despejada, Alfreda se adentraba en los lugares en los que se habían llevado a cabo las ejecuciones, con la esperanza de que alguien aún estuviera vivo, en la mayor parte de las ocasiones eran tantas las personas asesinadas que los ejecutores no se detenían para comprobar si las personas habían muerto o habían quedado heridas, a menudo Alfreda tenía éxito en su incursión y rescataba a los heridos del montón de muertos. Alfreda se llevaba de aquel lugar a los niños y los escondía en lugares preparados al efecto en su centro de operaciones en Rozwadów, les entregaba documentos falsos de identidad y certificados de empleo. Cuando podía, muchos de los niños rescatados por Alfreda, eran entregados a alguna familia de la población – con ello les daba unos tutores naturales – o sino los colocaba con familias Romaníes o en cambio a otros los escondía ella misma. Durante el periodo que duró la guerra, rescató de la muerte a unos cincuenta niños Romaníes y Judíos. Alfreda también actuaba rescatando de los convoyes de deportación a los niños, arriesgando su vida para sacarlos de las filas de detenidos, aprovechando para ello el menor descuido de los soldados que los custodiaban.

La guerra continuaba y así llegó 1944, Rozwadow fue ocupada por el Ejército Rojo, éste obligaba a los jóvenes Romaníes a incorporarse a filas a su ejército – Alfreda, su marido y muchos de los niños rescatados, que permanecían bajo la custodia y protección de nuestra protagonista, decidieron huir de allí. Otra razón para abandonar el lugar era el avance del frente en dirección al centro de Polonia. En Legnica, a 500 kilómetros de Rozwadów se había creado un gran centro para personas desplazadas que regresaban de la deportación al Reich, en ese lugar se reencontró con algunos jóvenes con los que había perdido el contacto en la región de Lublin durante el último período de la guerra.

Después de finalizada la contienda Alfreda retomó su vida, caminando en su carromato por los senderos de Pomerania Occidental y Polonia, al abrigo de candelas en noches de luna llena, haciendo camino, volviendo a colocar el patteran en los cruces para indicar la ruta a otros Gitanos. Pero el fin de la guerra no significó el final del sufrimiento para los Gitanos. Tiempo después, las autoridades polacas prohibieron a Alfreda Markowska seguir llevando una vida nómada y por esta razón la familia se estableció en Gorzow Wielkopolski.

Alfreda Markowska rescató de una muerte segura a unos 50 niños Romaníes y Judíos. Gracias a su valor y determinación Alfreda puede sentirse orgullosa de tener alrededor de 250 nietos y numerosos bisnietos repartidos por todo el mundo. En todos estos años desde el final de la guerra Alfreda ha vivido modestamente, en silencio, ese silencio que acompaña y envuelve con su manto a tantas y tantas historias a tanto sufrimiento, disfrutando de una autoridad bien merecida entre las familias Gitanas.


El 17 de octubre de 2006, fue un día muy importante en la historia de la Romaníes del mundo a pesar de que prácticamente nadie se enteró, los medios de comunicación poco o casi nada se hicieron eco de tan magnífica noticia. En esa fecha Alfreda Markowska recibió uno de los más altos honores de Polonia - la Krzyż Komandorski z Gwiazdą Orderu Odrodzenia Polski. Por primera vez en la Historia de este país una persona Romaní recibió tan grande honor de manos del Presidente de la República de Polonia. Alfreda Markowska es un ejemplo de valentía para todos, su vida, su entrega a los demás en un momento crucial, su historia, su pequeña pero imborrable historia, debe ser conocida en todas las escuelas por todos los niños del mundo, ella dio todo por los demás, se entregó en cuerpo y alma a rescatar de la muerte a muchos niños, sin tener en cuenta su origen, su religión… para Alfreda sólo contaba que eran seres humanos indefensos y que debía arriesgarse para salvarlos. Desde la modestia y humildad de este bloguero muchas gracias Alfreda por lo que hiciste, tu vida es ejemplo de bondad.



Alfreda Markowska en la ceremonia de entrega
de la Krzyż Komandorski z Gwiazdą Orderu Odrodzenia Polski.

© PAP/Tomasz Gzell

Alfreda Markowska y su vida resultan la prueba fehaciente que confirma que incluso en los momentos más negros de la Historia de la Humanidad, en mitad de la mayor tragedia humana, en el infierno creado por los mismos seres humanos, al final siempre, el bien triunfa sobre el mal.


Alfreda Markowska

© PAP/Tomasz Gzell
Existe un documental polaco titulado “Puri Daj” dirigido por Agnieszka Arnold, donde se cuenta la vida de Alfreda Markowska.

Alfreda Markowska nais tuqe.

Fuentes:

- La hermosa vida de Alfreda Markowska en el número 5 de la revista bimestral Romano Atmo. K. Gierliński, páginas 10-11.
- Alfred Markowska: La heroína de tres naciones. Artículo escrito por Agnieszka Mirosława Caban. Stowarzyszenie Panorama Kultur.
- Alfreda Markowska: Salvadora de víctimas del nazismo.24 de octubre de 2012. Berliner Morgenpost

jueves, 6 de diciembre de 2012

Dolores Carboni


Dolores Carboni sosteniendo en sus brazos a la pequeña Asia.

© Instituto de Cultura Sinti de Mantua


Dolores Carboni nació el 29 de enero de 1916 en la Lombardía italiana.

Dolores sufrió el Porrajmos a través del padecimiento de dos de sus hermanos, concretamente su hermano Catullo, al que habían puesto el nombre de su padre y su hermano Oliviero. Ambos lucharon bravamente contra el ejército alemán, pero por desgracia los nazis los capturaron y los deportaron a Alemania en 1943. Allí los trataron peor que a animales, les cortaron su pelo al cero, los maltrataron hasta límites inhumanos. Pero, gracias a Dios, lograron sobrevivir al Porrajmos.

Dolores Carboni siempre estuvo interesada en conocer  lo que sucedió no sólo a su hermanos, sino a todos aquellos Romaníes que fueron deportados a Alemania o encerrados en campos de concentración en Italia por haber nacido Gitanos.

Dolores Carboni falleció el 21 de junio de 2007 a la edad de 91 años. Testigo del Porrajmos Dolores fue siempre una mujer valiente, de las primeras Sinti italianas que aportaron su testimonio, contando las atrocidades sufridas por la población Romaní a manos de los fascistas italianos y los nazis en Europa.

Las vivencias de Dolores Carboni, se recogen en el libro "Porrajmos" de Virginia Donati, publicado en 2003 por el Instituto de Cultura Sinti de Mantua.

Fuente:
- Porrajmos. La persecuzione razziale dei Rom-Sinti durante il periodo nazi-fascistaVirginia Donati, pp. 138-140, Istituto di Cultura Sinta, Mantova, 2003.

martes, 27 de noviembre de 2012

Paul Widic


Paul Widic

© Bundesarchiv Berlin

 Paul Widic nació el 10 de febrero de 1919 en Marlince, Suiza.

Vivió junto a su familia en Wuppertal, ciudad alemana situada en Renania del Norte.


Los nazis lo internaron, por su origen Gitano en dos campos de concentración, en primer lugar en el campo de Sachsenhausen, lugar en el que Paul se convirtió en el prisionero 7398.


Paul Widic, ficha registro Campo de Concentración de Sachsenhausen

© Bundesarchiv Berlin

Posteriormente fue trasladado al campo de concentración de Buchenwald, campo en el que encontró la muerte el 22 de mayo de 1944.

Fuentes:
- Gedenkbuch für die NS-Opfer aus Wuppertal. Paul Widic.
-  Konzentrationslager Buchenwald, 1937-1945: Begleitband zur ständigen ... Harry Stein. Wallstein Verlag, 1999. Páginas 74-76.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Wilhelm Laferton


Wilhelm Laferton

© Dokumentations und Kulturzentrum deutscher Sinti und Roma


Wilhelm Laferton nació el 30 de julio de 1919 en Znaim, ciudad situada en la región de Moravia Meridional.

Después de la ocupación de la frontera checa, los nazis comenzaron a aplicar las leyes del Reich alemán de forma inmediata en el territorio anexionado por Alemania. De conformidad con el decreto del Reich con fecha 8 de diciembre de 1938 sobre la lucha contra la molestia gitana, se comenzó a realizar en 1939 un registro de "Gitanos, mestizos Gitanos y personas que llevaban la forma de vida y costumbres de los Gitanos"

El Protectorado de Bohemia y Moravia se estableció después de la ocupación de la parte restante de Checoslovaquia en marzo de 1939. Una de las primeras disposiciones fue la regulación del Ministerio del Interior sobre la prohibición del nomadismo, de 30 de noviembre de 1939, inspirada ésta, en una medida similar llevada a cabo con anterioridad en Alemania. El Ministerio del Interior del Protectorado informaba a las autoridades provinciales de Praga y Brno de la siguiente manera: "Todos los órganos subordinados y autoridades se les ordenará hacer un llamamiento a todos los gitanos (errantes) para establecerse en un lugar de manera permanente y abandonar la vida nómada a finales de enero de 1940. Se retirarán los Certificados que permiten llevar una vida nómada. Quién no obedezca, será trasladado a los campos de trabajos forzados".

El 1 de abril de 1940, concluía el registro iniciado en 1939 sobre la población Romaní que habitaba en el Protectorado, contabilizaba un total de 6.540 personas señaladas como Gitanos, en su mayoría; los Sinti en Bohemia y los Romá en Moravia y además también había pequeños grupos de Romaníes Kalderash.

Probablemente los nazis condujeran a Wilhelm y su familia, como al resto de Romaníes que vivían en el Protectorado a alguno de los tres Campos de Trabajos Forzados para Gitanos que se crearon allí; Lety, Pisku u Hodonin.

Wilhelm Laferton fue conducido al inicio de la primavera de 1943 al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau en Polonia. El 9 de abril de ese año su nombre quedó registrado en el libro en el que se recogían los datos personales de los prisioneros Romaníes que llegaban deportados a Auschwitz, en ese lugar los nazis lo convirtieron en el prisionero Z-6023, fue conducido a la sección del campo BIIe en Birkenau donde se hallaban las familias Gitanas y obligado a realizar trabajo esclavo.

Su destino nos es desconocido.

Pero apuntar el dato siguiente entre los años 1942-1944, el 90% de los habitantes Romaníes del Protectorado de Bohemia y Moravia murieron a causa de los malos tratos recibidos, primero en los Campos de Trabajos Forzados para Gitanos establecidos allí o murieron asesinados en Auschwitz-Birkenau. tan sólo alrededor de 600 Romaníes del Protectorado volvieron con vida del Porrajmos. La mayoría de Comunidades Gitanas quedaron desintegradas, tanto social como lingüísticamente. El dialecto Romanés de los Gitanos del Protectorado, conocido como “Bohemian Roms” se considera extinto.

Fuentes:
Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. Volumen II. Páginas 1084-1085
The national socialist genocide of the Sinti and Roma: Catalogue of the permanent exhibition in the State Museum of Auschwitz Romani Rose (ed.), Dokumentations- und Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma, Heidelberg.2003. Página 262
- El Romanés en la República Checa: Un breve resumen. Departamento de Lingüística General de la Facultad de Filososfía de la Universidad Karlovy y Praga
- The History of the Roma Minority in the Czech Republic escrito conjuntamente por Marta Miklusakova y Ctibor Necas. Český Rozhlas.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Stojan Lassisch

Stojan Lassisch
© Bundesarchiv Berlin

Stojan Lassisch  nació el 17 de diciembre de 1908 en Siednesch (así se recoge en el Libro Memorial de los Sinti y Roma en Auschwitz-Birkenau, posiblemente un registro fonético realizado por el prisionero que tomó los datos de Stojan al llegar al campo polaco). Stojan creció y vivió en Steinfurt, cerca de Osnabrück.

En 1939 quedó registrado en el "Centro para Asuntos Gitanos" de la Policía Criminal de Colonia por haber nacido Romaní.


Su ficha del Centro de Investigación de Higiene Racial con fecha 14 de enero de 1942, señala el origen de Stojan Lassisch, como de sangre no alemana y perteneciente a una familia de etnia gitana balcánica. Su destino y el de su familia quedaron prefijados.
Informe del Centro de Investigación de Higiene Racial sobre
Stojan Lassisch realizado en enero de 1942
© Archivo Principal Estatal de Düsseldorf

Así en marzo de 1943, fue deportado junto a su esposa y sus seis hijos al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau. Stojan se convirtió en el campo polaco en el prisionero Z-674. A Stojan Lassisch, los nazis, lo declararon apto para realizar trabajo esclavo, consiguiendo sobrevivir, de este modo, durante más de un año, a las terribles condiciones que se vivían el Zigeunerfamilienlager de Birkenau. Por desgracia toda la familia del señor Lassisch murió asesinada en Birkenau.


Junto a otros Romaníes, Stojan Lassisch fue transferido el 24 de mayo de 1944 con destino al campo de concentración de Flossenbürg, en la región del Alto Palatinado, en este campo hubo al menos 660 prisioneros Romaníes.
Prisioneros realizando trabajo esclavo en 
el campo de concentración de Flossenbürg.
© Niederländisches Institut für Kriegsdokumentation


Stojan Lassisch, no pudo soportar la dura vida imperante en el campo y murió siete meses después de haber sido trasladado a Flossenbürg.

Stojan Lassisch te bisterdon tumare anava

Fuentes:
- Zwangsarbeit und Tod im KZ Flossenbürg. Bayerischer Rundfunk.
- Sinti und Roma im KZ Flossenbürg und in seinen Aussenlagern Wolkenburg und Zwodau, Norbert Aas, Bumerang, 2001.
Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen II. Páginas 768-769.

sábado, 27 de octubre de 2012

Inauguración en Berlín del monumento a las Víctimas Romaníes de los nazis



Foto del monumento inaugurado en Berlín 
en memoria de las Víctimas Romaníes del Porrajmos

© Getty Images

En esta ocasión he creído oportuno reseñar un hecho que ha tenido lugar en la capital alemana durante el transcurso de esta semana, hecho simbólico, pero de enorme importancia para todos aquellos que sufrieron el Porrajmos y para tantos otros que han luchado y luchan cada día porque aquel sufrimiento no quede sumido en el olvido.

El pasado miércoles 24 de octubre de 2012 se inauguró en Berlín el monumento en memoria de las Víctimas Romaníes del Porrajmos. La ceremonia estuvo presidida por la Canciller alemana Angela Merkel, acompañada del Presidente Joachim Gauck, del presidente del Bundestag Norbert Lammert y del presidente del Consejo Central de los Sinti y Romá alemanes, Romani Rose y de unos cientos de sobrevivientes y descendientes Romaníes del genocidio nazi.


Entrada al Memorial
© AFP

Veinte años después de que comenzase a gestarse este proyecto, al fin, el pueblo alemán recuerda a  aquellos que tanto han sufrido y que tan en silencio ha permanecido su sufrimiento. Como apuntó en su discurso el sobreviviente Romaní Zoni Weisz, “por desgracia la sociedad no ha aprendido nada o casi nada. Ahora tenemos que hacer frente a otro tipo de racismo"

Gracias a personas como Romani Rose y tantos otros, muchos de ellos ya no están entre nosotros, que desde su valentía, a pesar de los numerosos obstáculos sorteados en el camino, trabajando día a día, codo con codo, por mantener vivo el recuerdo de nuestros Romaníes, aquellos  que se nos fueron en tan dramática tragedia gestada por los nazis contra el pueblo Romaní. Lejos queda aquel 1980, cuando aquel grupo de Gitanos alzó su voz al mundo y gritó ¡Basta ya de silencio!, dando inicio a una huelga de hambre en el campo de concentración de Dachau, su objetivo, que se reconociera el hecho de que los Romaníes también fueron víctimas de los nazis. Lejos queda 1982, cuando el entonces Canciller alemán Helmudt Schmidt recibió a una delegación de los Romaníes alemanes.

La creación en 1990 del Dokumentations und Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma en Heidelberg resultó un hecho decisivo para que la voz de los Romaníes fuese escuchada tras tantos años de olvido y silencio.


Romaní Rose, durante la celebración del acto declaró a la Agencia Francesa de Prensa"La inauguración del memorial envía un importante mensaje a la sociedad de que el antigitanismo es un sentimiento tan inaceptable como el antisemitismo”


La Canciller alemana, Romani Rose, y el sobreviviente Romaní
Reinhard Florian, en la inauguración del monumento
en recuerdo de la víctimas Romaníes.
© EFE

Veinte años esperando este momento, veinte largos años llenos de polémicas, veinte años repletos de disputas sobre el diseño del monumento y alrededor de su coste, que el miércoles 24 de octubre quedaron olvidados con la inauguración del memorial.

Se guardaron dos minutos de silencio en recuerdo de las víctimas.

La Canciller alemana presidió el acto y en su discurso transmitió el siguiente mensaje:

"El destino de cada una de las víctimas es motivo de vergüenza y al mismo tiempo una advertencia para el presente. Este genocidio ha dejado profundas huellas y aún tiene profundas heridas. Este memorial incluye una promesa de protección de las minorías”

Merkel concluyó citando el artículo 1 de la Ley Fundamental alemana: “La dignidad de la persona es inviolable”.


El monumento es obra del artista de origen Judío Dani Karavan. Se encuentra ubicado en el parque Tiergarten, cerca del Reichstag, el edificio del parlamento alemán y cercano también a la Puerta de Brandenburgo.  Es el tercero que se construye en el barrio de gobierno de Berlín. Los otros dos están dedicados a los judíos y a los homosexuales muertos a manos de los nazis. La obra en si es un estanque de aguas oscuras de doce metros de diámetro, con fondo de granito y con forma circular, con una profundidad más marcada en el centro, en el que en hay un triángulo, símbolo éste del sufrimiento Romaní en los campos nazis, sobre el que cada día se depositará una flor fresca, la encargada de depositar la flor durante el acto fue la niña Romaní, Messina Weiss, tataranieta de un sobreviviente del Porrajmos.

Triángulo en el centro del estanque con la flor, al fondo
los verdaderos monumentos, los sobrevivientes y sus descendientes.

© Getty Images

En el borde del estanque, rodeándolo está grabado en inglés y alemán, el poema "Auschwitz" del poeta italiano Romaní, Santino Spinelli: “Rostros hundidos / ojos extinguidos / labios fríos / silencio / un corazón destrozado /sin respiración / sin palabras / sin lágrimas”. Este poema describe el sufrimiento indecible de las víctimas del Porrajmos. Rodeando el estanque una superficie empedrada con los nombres de los campos de concentración donde estuvieron recluidos los Romaníes.


Auschwitz

© Süddeutsche Zeitung



Treblinka

© dpa/Michael Kappeler


A la entrada del memorial, se expone en paneles una cronología de la campaña exterminadora nazi hacia los Romaníes.

Quiero acabar con unas palabras del sobreviviente Romaní Zoni Weisz: “Este monumento debe ser sólo el comienzo”

domingo, 21 de octubre de 2012

Antoine Lagrene


Antoine Lagrene

© La Voix du Nord

“Soy Gitano, un Gitano francés”, así le gusta comenzar al señor Antoine Lagrene, sus conferencias en las escuelas e institutos cuando acude a relatar los terribles episodios vividos por él y su familia en su infancia durante el Porrajmos, todo por el mero hecho de haber nacido Romaní.



Antoine Lagrene dando testimonio de su vida a unos estudiantes de francés de la escuela Gymnasium Buttelstedt/Mellingen

© Amtsblatt - Vgem. Berlstedt/Vgem. Buttelstedt/Mellingen


Antoine Lagrene nació 13 de enero 1931 en Frankfurt am Main, Alemania, en el seno de una familia Gitana de músicos, tejedores y trabajadores de temporada.

Cuando Hitler llegó al poder, vislumbrando el peligro que se cernía sobre ellos, la familia se trasladó a vivir a Francia, concretamente a Pont-de-la-Deûle (ciudad de Flers-en-Escrebieux).

En el país galo la persecución a los Romaníes comenzó tiempo antes de la ocupación alemana. A partir de los meses de septiembre y octubre de 1939, se prohíbe el movimiento de los nómadas en varios departamentos, llegándose incluso a expulsarlos en el departamento de  Indre-et-Loire. El 6 de abril de 1940, un decreto prohíbe la circulación de las personas nómadas en el interior de las áreas metropolitanas mientras dure la guerra. Al igual que durante la primera guerra mundial, los Gitanos son acusados, sin ningún fundamento, de espionaje.

El Ministerio del Interior da la orden de que se proceda al arresto domiciliario de todos aquellos que lleven una vida nómada a las afueras de las ciudades, pero siempre en un lugar cercano a una gendarmería. Pero la invasión alemana trastoca los planes y éste hecho no permite la aplicación del decreto en todos los departamentos.

Los Gitanos de Alsacia y Lorena son las primeras víctimas de los ocupantes nazis, al expulsarlos éstos en julio de 1940 a la zona libre, donde poco a poco serán internados en los campos de Argeles-sur-Mer, Rivesaltes y Barcarès. En noviembre de 1942 se  utilizan los campos de Saliers (Bouches-du-Rhône) especialmente creados por el gobierno de Vichy para el internamiento de los Gitanos.

En la zona ocupada, una orden alemana del 4 de octubre 1940 requiere la instalación de campos de internamiento administrados y supervisados por las autoridades francesas. En cada departamento, los prefectos piden a la policía identificar y agrupar los nómadas y a que se ejerza sobre ellos una vigilancia constante. La mayoría de las familias son entonces internadas. En un principio, internaron a los Romaníes de las zonas ocupadas, en lugares de lo más heterogéneo: una cantera en desuso, un antiguo castillo o en viejos cines.

Una orden alemana del 22 de noviembre 1940 prohibió el ejercicio de profesiones itinerantes en veintiún departamentos del oeste de Francia. Se producen nuevos arrestos de personas nómadas y feriantes, a los que los alemanes identifican como Gitanos.

En noviembre de 1941, los alemanes decidieron reorganizar los Campos de Internamiento para Nómadas - nombre oficial - para reducir los costes y aliviar de este modo la escasez de personal de vigilancia. Los internados son trasladados a campos ubicados en la región.

Algunos obtienen la liberación, mientras que otros son de nuevo conducidos a otros campos de detención. El internamiento o la liberación dependían de la voluntad de las autoridades francesas o alemanas. No existía una política general, las decisiones dependían en muchas ocasiones del azar.

Los internados adultos son obligados a trabajar para las empresas francesas en la Francia de Vichy, o en la parte alemana en la organización Todt o para el Servicio de Trabajo Obligatorio. En los casos más extremos, los niños fueron separados de sus padres y madres y entregados a la Asistencia Pública o las instituciones religiosas para así sacarlos definitivamente de un entorno considerado dañino.

Prosigamos con la historia de nuestro protagonista. El 23 de noviembre de 1943, la Feldsgendarmerie rodeó el lugar donde vivían varias familias gitanas en Pont-de-la-Deûle. Detuvieron a Antoine junto a otras 15 personas, incluyendo entre ellas a su madre embarazada, posteriormente daría a luz en Auschwitz, los trasladaron a la prisión Loos. Luego los condujeron a Malinas en Bélgica, lugar en el que los reunieron con otros deportados raciales procedentes éstos en su mayoría del norte de Francia y Bélgica (poblaciones cercanas a Bruselas).

En enero de 1944, Antoine formó parte del convoy Z (Zigeuner). Él era uno más de las 351 personas de aquel transporte organizado por los nazis, que se dirigió al campo polaco de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau. Viajaban hacinadas 50 personas por vagón. El viaje duró tres o cuatro días según el testimonio de los supervivientes de aquel viaje infernal. En Birkenau Antoine se convirtió en el prisionero Z-9130. Antoine Lagrene, tenía entonces 14 años, quedó registrado como Anton Legrane. En el campo polaco presenció la muerte de su padre, hermanos, hermanas y tías.

Fue transferido desde Auschwitz al campo de concentración de Buchenwald a primeros de agosto de 1944, poco tiempo antes de que se produjera la liquidación del Campo para Familias Gitanas de Birkenau, en la que ha pasado a la Historia como “Zigeunernacht”, La noche de los Gitanos.

Cuando fue liberado en Buchenwald el 11 de abril de 1945 por tropas del Ejército americano, Antoine no pesaba más de 30 kilos. Los soldados de una división del Tercer Ejército estadounidense encontraron a más de veinte mil personas debilitadas en extremo, enfermas… en el interior de ese campo de concentración.

Junto a su madre y un familiar, fueron los únicos, de los quince miembros de la familia Lagrene que vivían antes de su deportación en Pont-de-la-Deûlelos que consiguieron sobrevivir al Porrajmos.


Los tres supervivientes de la familia Lagrene se mudaron a Lille. La historiadora local Monique Heddebaut, rescató del olvido la historia de las familias Gitanas locales, su terrible destino y su tragedia.

Persécutions raciales dans le Douaisis, pendant la Seconde
Guerre Mondiale Juifs et Tsiganes por Monique Heddebaut.

© Revue d’etudes Juives du Nord
La ciudad de Flers-en-Escrebieux grabó en su memoria, los nombres de los miembros de la familia Lagrene, cuyo viaje se detuvo de manera dramática en Auschwitz-Birkenau. El Alcalde del municipio nombró a Antoine Lagrene hijo predilecto de la localidad.

Antoine Lagrene fotografiado poco antes de ser nombrado hijo
predilecto de la localidad por el alcalde de Flers-en-Escrebieux.

© La Voix du Nord

Antoine Lagrene, no se ha olvidado nunca de lo que vivió cuando no era nada más que un niño, gusta de acudir a los colegios a transmitir su experiencia a los más jóvenes, muy orgulloso de su origen Romaní. Se complace de haber visto crecer a tres bisnietos.

Fuentes :
- Persécutions raciales dans le Douaisis, pendant la Seconde Guerre mondiale Juifs et Tsiganes por Monique Heddebaut. TSAFON Revue d’etudes juives du Nord nº 4hors serie (2008). Deuxième partie La persécution des Tsiganes dans l’arrondissement de Douai IV.1. La famille Lagrené
- Les Tsiganes pendant la Seconde Guerre mondiale, 1939-1946. Marie-Christine Hubert.
- Une inscription en mémoire de la famille Lagrené. La voix du Nord, 8 de mayo de 2012
- Dossier de presse : Concours national de la résistance et de la déportation: remise des prix aux lauréats départementaux. Préfecture du Nord Service régional de la communication interministérielle. Página 4
- Amtsblatt - Vgem. Berlstedt / Vgem. Buttelstedt - 1 - 07. Ausgabe, 02. Juli 2012